viernes, 24 de abril de 2020



Mutuo Perdón

Empezaré por perdonarme,
vaciaré mi mirada,
confiaré en la esperanza;
descubriré en tu noche,
la oscuridad que me para.

Borraré todo tu pasado,
gozarás tus limites,
brindarás ya sin condena;
dejarás de ser tu juez,
para volver a empezar.

jueves, 6 de octubre de 2016

VOY

Voy a borrar la rutina de mis besos,
a poner mi atención solo en tu cuerpo,
buscar las mil maneras del te quiero,
con el mar como reloj
y tú en el centro.

Voy a cambiar la huella de mis dedos,
a andar sobre tu piel con paso lento,
pulsar con suavidad tus sentimientos,
con el sol iluminando
tus deseos. 

Voy a dejar lo viejo y lo caduco,
a construir un mundo casi nuevo,
dejar la ciudad y sus sonidos,
con la mirada fija
en tu silencio.

Espérame.

sábado, 11 de enero de 2014

Al Dios escondido (boceto)

¿ Por qué cerrar mis ojos para hallarte?
¿ Por qué en el silencio ?
¿ Por qué callarte ?

¿ Cuándo dejarás el escondite ?
¿ Cuándo juntos ?

¿ Qué es este engaño de perder para ganar?
¿ Por qué elegir implica renunciar?
¿ Por qué me cambias las reglas?
¿ Por qué anular mi inteligencia?

¿ Por qué me das la libertad de equivocarme?
¿ Por qué no dejas vida y muerte en una sola carne, eterna y sin dolor?

¿ Por qué me llamas a solas?
¿ Por qué el secreto ?
¿ Por qué me hablas por otros?
¿Por qué ocupas mi cuerpo y te sirves de mis manos?
¿Por qué el abrazo necesario y el conflicto y el perdón?

¿Por qué creaste este escenario y me has hecho a mi tu actor?

miércoles, 1 de enero de 2014

Semblanzas

AleX
Inclinado hacia el papel me muestra su perfil al contraluz, mientras termina un poema único de niño grande. Lo lee esperando aprobación y, al mismo tiempo, crítica. Es un mago que convierte cada encuentro en fiesta, pues domina como nadie la escena y la palabra para que todos rían. Lo hace siempre para sentirse querido con esa ternura que te desarma sin darte apenas cuenta.
Como su corazón, su cuerpo, adolescente todavía, cambia, crece y se altera, convertido en el reloj biológico que marcará mi decadencia cuando sea él quien me aconseje el camino.
Le quiero y él lo sabe, aunque le encante discutir y provocarme.
Su vida es, para mí, un gran regalo.

MaríA
Suave como el aire y firme como un viento fuerte. Siempre tumbada entre el cielo y el mar, como la línea del horizonte; siempre llena de paz para poder amar sin ataduras.
Intento mirar hacia otro lado, pero su rostro irrepetible me devuelve a la dirección de su mirada.
Su risa no cesa de recordarme quién es el faro de mi aventura, quien me ilumina a la distancia justa para que me sienta libre y necesite volver de nuevo a la orilla de sus manos.
Subrayas la inutilidad de la prisa con el ritmo de tu corazón de luna y confundes a los necios que se cruzan en tu camino; lo sé por experiencia pues fui uno de ellos.
La quiero y ella lo sabe, aunque prefiere conseguir mi cariño sin parecer que lo pide.
Su vida es, para mí, el mayor regalo.
  
MartA
Te mira y cuando te habla, la quieres querer porque te quiere siempre y cuando se va, se queda el aire impregnado de su humor y quieres que vuelva, porque te sabe a poco.
Te abraza y cuando te besa, la sientes entera, amor puro, mujer, entrega.
Le incomoda mi empeño en verla al otro lado del espejo, como si hubiera una vida en masculino con su nombre y mi rostro, que la impidiera seguir su viaje en solitario. Por eso, me calla y me cierra los ojos, y los cierra conmigo, porque nada te pide que ella no haga; entonces, cuando solo somos alma, descubre, rebelde, nuestras semejanzas.
Y aunque tiene que irse de mi lado, me da sosiego verla crecer libre y abierta. No importa porque así será feliz.
La quiero sin límites y por su nombre, y ella lo sabe.
Nada nos separará.
  
JavieR
No sé si lo he logrado, pero intenté acompañar sus pasos a lo largo de estos años, como un testigo impulsor e interesado en verle cruzar los limites que se había encontrado.
Siempre me ha costado hallar motivos que le sacaran del confort, de su escondite protector sin biblioteca, de su reino de la intuición que no le cuesta.
Me compensa saber que guarda toda su ternura para los más pequeños, personas o animales que manejan el vocabulario del gesto y las miradas; y que se rie de mis rebotes con sus gansadas.
Sabe que siempre estaré ahí para apoyarlo y que le quiero sin límites.
Solo espero de él miles de abrazos.
La música nos acerca.


sábado, 28 de diciembre de 2013

Luca


Un conejo de peluche blanco, de orejas casi tan largas como sus piernas.
Hecho en una fábrica, junto a miles de muñecos semejantes y, sin embargo, uno solo, mediando entre nosotros.
Un ser entregado al abrazo de su potencial destinatario; el silencio que permite a su dueño dictar el juego y las palabras.
El oyente tranquilo de un niño que siempre confió en nuestra vuelta; compañero de viaje, ocupando siempre la mano que no hacía de chupete.
Refugio, soporte; ternura, olvido, recuerdo.
Aunque sentado entre los demás muñecos parece uno más, Luca es el primero y, como dos amigos, con el tiempo, se han ido copiando el uno al otro los gestos.

Por qué escribo (boceto 3)

Escribo detalladamente
para que alguien sienta algo parecido.

Describo solo con palabras,
colores y formas, el cielo y el mar.


lunes, 31 de diciembre de 2012

Inventario de cosas encontradas en un trastero imaginario


(1) El viejo sombrero que sirvió de disfraz a un joven enamorado
(2) Unas gafas sin cristales ni patillas, que solo sirven para recordarte donde tienes la nariz
(3) La mesita de noche del portero de día
(4) La tetera de un bereber hospitalario que se enamoró perdidamente del caballo de su vecino y eso le costó la cabeza
(5) La cabeza disecada del presunto asesino del bereber porque este fue más rápido que su victima
(6) El diario del verdugo que acabó con la vida de los dos nómadas, aunque no deja claro en qué orden
(7) Una bañera con patas de metal, de las antiguas, pero que nunca tuvimos
(8) El espejo donde se miraba mi madre todas las mañanas hasta que dejó de reírse de sí misma
(9) Unas barras de cortina que nunca se pusieron
(10) El reloj de pared sin agujas de mi padre porque el tiempo para él siempre fue eterno
(11) La lámpara que nunca funcionó pero que nadie se atrevió a tirar porque había sido un regalo
(12) Una nevera abierta y barriguda, con el pomo roto y una etiqueta ilegible; me hubiera encantado poder abrirla una vez más y coger leche con su nata por encima.
(13) Una mochila plagada en su armazón por etiquetas de tela, sosteniendo vivos los recuerdos de su dueño, un viejo amigo.
(14) La mesa de IKEA que estaba fenomenal, pero no cabía en ninguna habitación; al menos se pudo guardar por piezas y no hubo  que montarla
(15) 4 botellas de aceite, 5 botellas de vino y una de sidra que lleva ni se sabe en el mismo rincón de este trastero atemporal, sin perder ni una burbuja
Y cómo no, la tele del tío Paco, de válvulas y pantalla en blanco y negro, en la que veíamos la película del sábado por la tarde toda la familia. Aunque creo que se me olvida algo: tendré que comenzar de nuevo a hacer el inventario.